La mentalidad para el éxito
La mentalidad es un conjunto de creencias y suposiciones que tenemos sobre nosotros mismos, el mundo y nuestras posibilidades.
Según Carol Dweck, autora del libro “Mentalidad: La nueva psicología del éxito”, existen dos tipos de formas de pensar que afectan el desarrollo de la personalidad y el éxito: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento.
Las personas con mentalidad fija creen que sus cualidades básicas, como la inteligencia, el talento o la creatividad, son inmutables. Por lo tanto, creen que no pueden cambiar ni mejorar. Estas personas tienden a evitar los desafíos, a rendirse fácilmente ante la adversidad y a centrarse en los resultados, en lugar del proceso.
Características de las personas con mentalidad fija:
- Evitan los desafíos
- Abandonan rápidamente lo difícil
- Consideran sus talentos y habilidades como fijos
- Se enfocan en el resultado
- El éxito de los demás les resulta amenazante
- Ignoran las críticas negativas aunque puedan serles útiles
- Evitan nuevas experiencias por miedo al fracaso
- Buscan personas que les refuercen su autoestima
- Pueden engañar o hacer trampas para salvar la cara
Las personas con mentalidad de crecimiento creen que sus cualidades básicas pueden desarrollarse a través del esfuerzo, el aprendizaje y la experiencia. Por lo tanto, creen que pueden mejorar y alcanzar sus metas. Estas personas tienden a aceptar los desafíos, a perseverar ante la adversidad y a centrarse en el proceso, en lugar del resultado.
Características de las personas con mentalidad de crecimiento:
- Aceptan los desafíos
- Perseveran frente al fracaso
- Creen que los talentos y habilidades pueden desarrollarse
- Se enfocan en el proceso y no en el resultado
- Se inspiran en aquellos que alcanzaron el éxito
- Quieren aprender y corregir errores
- Aceptan las críticas
- Abrazan lo nuevo para desarrollar otras habilidades
- Se interesan por aquello que los empuja a crecer
- Encuentran más fácil colaborar con otros y acceder a la innovación
La mentalidad de crecimiento es un factor clave para el éxito, tanto en el ámbito personal como profesional.
Las personas con mentalidad de crecimiento están más dispuestas a asumir riesgos, a aprender de sus errores y a perseverar ante la adversidad. Esto les permite alcanzar sus metas y desarrollar todo su potencial.
En el emprendimiento, con una mentalidad fija, podrías tender a evitar conflictos, optar por soluciones ya probadas, resistirte a innovar, sentirte celosos por el éxito de otros o culpar a tu competencia por tu fracaso.
Pero, con una mentalidad de crecimiento, serás un profesional actuando en libertad, siempre aprendiendo y aceptando nuevos desafíos.
Si quieres cambiar de mentalidad fija a una de crecimiento, puedes seguir estos consejos:
- Sé paciente. El cambio de mentalidad lleva tiempo y esfuerzo. No esperes resultados inmediatos.
- Proponte procesos y no resultados. Concéntrate en el aprendizaje y la mejora, no en el éxito final.
- Aprende de los fracasos. Los fracasos son oportunidades de aprendizaje. No los tomes como algo personal.
- Toma las críticas como parte del aprendizaje. Las críticas pueden ser constructivas, si las sabes escuchar.
- Ve todo proyecto difícil como la oportunidad de aprender algo nuevo. Los desafíos son una oportunidad para crecer.
- Ve una nueva tecnología, no como amenaza, sino como mejora al servicio. La innovación es una oportunidad para mejorar.
Los procesos llevan tiempo. La mentalidad fija puede resistirse a la espera, pero la mentalidad de crecimiento entenderá que, si un éxito no es inmediato, solo habrá que esforzarse e intentar algo diferente. Perseverando, el éxito llegará.
La mentalidad de crecimiento aumenta la confianza en uno mismo.
Las dos mentalidades están presentes constantemente en nuestro mundo como empresarias. Las personas con mentalidad fija pueden tener dificultades para adaptarse a los cambios, a asumir riesgos y a colaborar con otros. Por el contrario, las personas con mentalidad de crecimiento son más propensas al éxito empresarial, ya que están abiertas a nuevas oportunidades, están dispuestas a aprender y están dispuestas a trabajar duro para alcanzar sus metas.
Un ejemplo muy común que veo y por él cuál también pasé es que cuando lanzamos una campaña publicitaria por primera vez y esta falla, pensamos que facebook o que Google no funcionan y dan ganas de abandonar el barco.
Un crak del emprendimiento sabe que todo lleva un proceso y entonces se pone en mood “analista” para revisar las métricas y tomar decisiones basadas en los número para entonces volver a intentarlo con una nueva estrategia.
Necesitas tener un pensamiento de crecimiento y tener plena conciencia de que todo lleva un proceso. Never Give Up
¿Cuál es tu mentalidad? ¿Estás dispuesta a cambiarla?