Hoy quiero hablarte de una meta que sé que ronda por la cabeza de muchas de ustedes: convertirse en una empresaria antes de los 30.
Esa visión poderosa de liderar tu propio camino, de construir algo significativo, de dejar tu huella en el mundo de los negocios… ¡es totalmente alcanzable! Y no solo eso, creo firmemente que empezar a construir esa visión HOY es la clave fundamental para que se materialice.
Quizás ahora mismo estés pensando: “Edmund, eso suena genial, pero tengo [inserta aquí tu excusa favorita: miedo, falta de tiempo, no sé por dónde empezar, etc.]”.
¡Lo entiendo perfectamente! Yo también he estado ahí, sintiendo ese nudo en la garganta ante lo desconocido.
Pero déjame decirte algo directo y sin rodeos: la perfección no existe al inicio, la claridad total tampoco.
La verdadera magia comienza cuando te atreves a dar ese primer paso, aunque sea pequeño, aunque sea tembloroso.
En el podcast NEVER GIVE UP me acompañó Angie De León, una empresaria exitosa muy joven y muy sabia.
Esta charla me dejó pensando profundamente en el poder de la juventud, la visión y la acción temprana en el mundo del emprendimiento.
Y es que, señoras, ¡ustedes son más poderosas de lo que se imaginan, y el momento de brillar es ahora!
Si hay algo que me emociona profundamente es ver cómo mujeres toman las riendas de su destino y se lanzan al apasionante, aunque a veces desafiante, mundo de los negocios.
Y cuando veo a jóvenes talentosas, decididas y con una visión clara convertirse en empresaria antes de los 30, ¡simplemente me inspira!
Porque sí, es posible. No es un cuento de hadas ni una excepción a la regla. Es una realidad que se construye con pasión, trabajo duro y, sobre todo, con la valentía de dar ese primer paso.
¿Por qué hablo tanto de dar el primer paso? Porque es la barrera más grande que muchos enfrentamos. Nos paraliza el miedo a lo desconocido, la incertidumbre del camino y esa vocecita interior que nos susurra dudas al oído.
Pero, ¿saben qué? Esa voz miente.
Dentro de cada una de ustedes reside una fuerza increíble, una capacidad de resiliencia y una creatividad desbordante que solo se activan cuando te atreves a salir de tu zona de confort.
Convertirse en empresaria antes de los 30 no significa tener todas las respuestas desde el principio.
Significa tener la audacia de hacer preguntas, de aprender sobre la marcha, de rodearte de personas que te impulsen hacia arriba y de no tener miedo a cometer errores.
Porque los errores no son fracasos, ¡son aprendizajes disfrazados! Son las cicatrices de batalla que te hacen más fuerte y más sabia en tu camino.
Una de las claves que veo en empresarias antes de los 30 como Angie, es que admiro su capacidad de soñar en grande y de actuar con rapidez. No se quedan atrapadas en la parálisis del análisis.
Tienen una visión clara de lo que quieren lograr y se atreven a dar ese primer paso, aunque el camino no esté completamente iluminado. Confían en su instinto, aprenden de cada experiencia y ajustan su rumbo según sea necesario.
Y aquí quiero detenerme en algo fundamental: no estás sola en este camino. Rodéate de personas que crean en ti, que te apoyen en tus momentos de duda y que celebren tus logros como si fueran propios.
Busca mentores, únete a comunidades de emprendedoras, conecta con otras mujeres que estén en la misma sintonía que tú. Juntas somos más fuertes y podemos llegar mucho más lejos.
Salir de tu zona de confort es como descubrir un nuevo mundo dentro de ti. Es ahí donde realmente te conoces, donde descubres de qué estás hecha, de tu capacidad de adaptación, de tu ingenio y de tu fuerza interior.
No tengas miedo de sentirte incómoda al principio. Esa incomodidad es la señal de que estás creciendo, de que estás expandiendo tus límites y acercándote a esa empresaria antes de los 30 que sueñas ser.
Ahora, hablemos de ese enemigo silencioso que a menudo nos detiene: el perfeccionismo. Sí, suena como una virtud, como un privilegio.
Pero en el mundo del emprendimiento, puede convertirse en un autosabotaje muy feo. Esperar el momento “perfecto”, el producto “perfecto”, la estrategia “perfecta” puede hacer que nunca des ese primer paso.
Recuerda, ¡hecho es mejor que perfecto! Lanza tu idea, prueba tu producto, implementa tu estrategia y ve ajustando sobre la marcha. La perfección es un camino, no un punto de partida.
Y en ese camino, la actitud juega un papel fundamental.
Una buena actitud es un superpoder que te impulsa a levantarte después de cada caída, a ver las oportunidades en los desafíos y a contagiar tu energía a los demás.
Cultiva una mentalidad positiva, celebra tus pequeños logros y aprende a ver el lado bueno de cada situación.
A veces, querremos tener todo bajo control, pero el emprendimiento es un viaje lleno de incertidumbre.
Aprender a soltar el control, a aceptar lo que no podemos cambiar y a integrar nuestras fortalezas y debilidades es clave para avanzar.
Cuando te aceptas tal como eres, con tus luces y tus sombras, descubres de lo que realmente estás hecha y te empoderas para superar cualquier obstáculo.
Y si alguna vez te sientes ridícula al intentar algo nuevo, ¡recuerda esto! Siempre habrá alguien que lo haga peor.
No dejes que el miedo te detenga. Confía en tu potencial, rodéate de personas que te impulsen y atrévete a dar ese primer paso.
¡El mundo está esperando tu talento y tu visión! ¡Vamos a hacer que suceda!
Te dejo la charla con Angie, quiero que te sientas tan poderosa como ella
#EmpresariaAntesDeLos30 #EmprendimientoFemenino #MujeresEmprendedoras #MarketingParaEmprendedoras #MentalidadDeExito #EmprendeAhora #NuncaTeRindas #MarketingQueEnamora #EdmundMarketing